El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, expresó hoy que el año pasado fueron perpetrados docenas de ataques a hospitales y centros de salud en 20 países afectados por conflictos, con casi total impunidad para los responsables.
En una sesión en el Consejo de Seguridad sobre ataque a civiles en conflictos armados, Guterres recordó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se registraron en 2016 agresiones a hospitales, médicos, ambulancias y enfermos en 20 países sumidos en disputas.
“En la mayoría de los casos, nadie fue llamado a rendir cuentas”, lamentó Guterres.
El titular de la ONU señaló que organismos civiles documentaron más de 400 ataques contra instalaciones médicas desde que en 2011 comenzó el conflicto en Siria, con más de 800 médicos asesinados.
Recordó que en Yemen, en un sólo ataque a un hospital sucedido el año pasado 15 personas murieron, pese a que este edificio estaba claramente marcado como instalación médica y a que sus coordenadas eran conocidas por las partes en conflicto.
En Afganistán, mientras tanto, el número de ataques contra instalaciones de salud y personal casi se duplicó en 2016 en comparación con 2015.
“Estos ataques son evidencia de una tendencia más amplia: las partes en conflicto están tratando a los hospitales y clínicas de salud como objetivos militares, en lugar de respetarlos como santuarios”, aseguró.
Este desdén por los hospitales viola principios fundamentales del derecho internacional humanitario y el sentido básico de humanidad, consideró el exprimer ministro portugués.
Indicó además que las agresiones a civiles y a la infraestructura civil en conflicto son causa del inmenso desplazamiento de personas en el mundo así como de que cuatro países padezcan hambruna o se encuentren al borde de padecerla.
“Estos incesantes ataques a civiles, junto con la falta de acceso a la ayuda, también están desempeñando un papel importante en la creación de hambrunas provocadas por conflictos que amenazan a 20 millones de personas en Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen”, aseveró.
En el caso de las mujeres, a esa violencia se añaden ataques sexuales, secuestro, trata, esclavitud y matrimonios forzados.
“Las mujeres están particularmente en riesgo en la guerra urbana, durante las requisas domésticas y en las operaciones en áreas residenciales y en los puestos de control”, alertó Guterres.
Por su parte, Juan Sandoval, representante alterno de México ante la ONU, reiteró en su alocución el llamado a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad para que adopten la propuesta franco-mexicana y eviten el uso del veto en situaciones de atrocidades en masa.
Apuntó además que la ONU debe concentrar mayores esfuerzos en solucionar las causas profundas de los conflictos y en impulsar una paz sostenible como una manera de garantizar la seguridad.
“Los civiles, y de manera particular las mujeres, niños y niñas, continúan siendo la mayoría de las víctimas en los conflictos armados. Por ello, es fundamental traducir el compromiso político del Consejo de Seguridad en mecanismos de protección actualizados y fortalecidos”, enfatizó Sandoval.
Fuente:Terra
