La pareja formada por los actores Naomi Watts y Liev Schreiber ha anunciado públicamente su separación tras 11 años de convivencia y dos hijos en común, Alexander (9) y Samuel (7), una noticia de que la que ninguno ha querido ofrecer más detalles pero que no han dudado en vincular al necesario bienestar de sus hijos y a la estabilidad de su vida familiar.
“Durante los últimos meses, hemos reflexionado largo y tendido y hemos llegado a la conclusión de que la mejor manera de progresar como familia es separándonos como pareja. Con todo el amor, el respeto y la amistad que sentimos el uno por el otro, hemos decidido trabajar juntos en la crianza y la educación de nuestros hijos y estamos preparados para explorar esta nueva fase de nuestra relación. Aunque apreciamos vuestra curiosidad y vuestro apoyo ante lo ocurrido, nos gustaría pedir a la prensa que tenga en cuenta nuestro derecho a la privacidad y el hecho de que tenemos dos hijos”, reza el comunicado emitido conjuntamente por los dos artistas.
Resulta extremadamente sorprendente que la que fuera considerada una de las parejas más sólidas y enamoradas del firmamento hollywoodiense, al menos de cara a la opinión pública, haya decidido seguir caminos separados, especialmente después de que la intérprete australiana confesara hace escasos meses que Liev Schreiber era su alma gemela y la persona a la que siempre recurría cada vez que le asolaban las dudas en relación con su trabajo.
“Siempre hemos estado interesados en el trabajo que desempeña el otro. Nos pedimos consejo mutuamente y yo confío plenamente en el criterio de Liev sobre cualquier asunto. Me imagino que él también se apoya en el mío cuando lo necesita, pero quizás me equivoco. El amor consiste en respaldarse el uno al otro siempre que se necesite. Además, cuando dos padres se dedican al mismo trabajo, no podemos limitarnos a pensar en ello solo durante la jornada laboral, es algo que nos acompaña en todo momento. Siempre hacemos que funcione”, al diario The Mirror.
Tanto es así, que en los últimos años Naomi había aprovechado buena parte de sus intervenciones públicas para atribuir al apoyo incondicional de su ya excompañero sentimental la confianza en sí misma que no había dejado de exhibir desde que iniciaran su idilio, poniendo fin a una etapa de la que la intérprete afirmaba verse afectada por una notable falta de autoestima.
La ruptura entre Naomi Watts y Liev Schreiber parece confirmar que existe una maldición en el seno de las parejas en principio más asentadas del firmamento hollywoodiense, después de que la semana pasada uno de los matrimonios más poderosos de la industria, el de Brad Pitt y Angelina Jolie, se colapsara ante la atenta mirada de la prensa al confirmarse que la actriz había acudido a los tribunales para presentar el divorcio.
Fuente:Yahoo