La tercera jornada de competición de Río 2016 acabó con una de las grandes citas: el relevo 4×100, con un protagonista total: Michael Phelps. El ‘tiburón de Baltimore’ sumó su 23ª medalla olímpica, la 19ª de oro, al convertirse junto a sus compañeros en campeones olímpicos por tercera vez en su historia. Superaron a los franceses Manaudou, Gilot, Metella y Stravius y a los australianos Roberts, Chalmers Magnussen y McEvoy.
El debut de Michael Phelps en Río 2016 se adelantó un día sobre lo previsto. El hombre que más medallas ha logrado en la historia de los Juegos Olímpicos logró su presea número 23 junto a Nathan Adrian, campeón olímpico de los 100 metros en Londres 2012, el novato Caeleb Dressel, y Ryan Held, que ya había participado en una serie en la jornada matutina. La elección se produjo a última hora, ya que, aunque se sospechaba, todo apuntaba a que iba a estrenarse con los 200 mariposa este lunes.
En los ‘trials’ de clasificación de Estados Unidos, el tiburón de Baltimore demostró que podía hacer una gran posta. Y no defraudó: fue el encargado de darle respuesta a Dressel, encargado de la salida, con el segundo relevo, clave para superar a los franceses que acabaron siendo los grandes rivales. No obstante no fue el más rápido: Phelps hizo su 100 metros en 47,12, mientras que Adrian demostró por qué es el vigente campeón en la distancia y lo hizo en 46.97. Donde no falló fue en el tiempo de reacción, con sólo ¡8 centésimas!, con diferencia el más rápido de toda la final en este punto.
Phelps ya sabía lo que es ganar esta prueba. De los 18 oros olímpicos que tenía hasta el momento en su palmarés, dos de ellos fueron en Atenas 2004 y en Pekín 2008 en el 4x100m. En Londres ‘sólo’ pudo ser plata, y tenía ganas de resarcirse.
Fuente: msn.com