“¡Le quemé las manos a las mafias!”: Así celebraba esta noche de lunes por televisión el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, los presuntos efectos de la medida, anunciada el domingo, de sacar de circulación todos los billetes de 100 bolívares en 72 horas que empiezan a correr este martes. Por eso, como otra providencia de refuerzo, el mandatario venezolano ordenó el cierre de la frontera con Colombia durante las mismas 72 horas en las que, espera, su Gobierno será capaz de recoger todos los billetes de 100.
El Gobierno de Caracas acusa a “grupos de especuladores” afincados en las fronterizas ciudades colombianas de Cúcuta y Maicao, en connivencia con Estados Unidos y “la derecha”, de ser los cancerberos de una operación de extracción de papel moneda de Venezuela para desestabilizar el país.
De acuerdo a Maduro, solo en la noche del domingo al lunes las autoridades venezolanas incautaron lotes de billetes de 100, con un valor total de 64 millones de bolívares (algo más de 21.000 dólares, a la tasa de cambio predominante en el mercado paralelo no oficial), mientras se les intentaba llevar al lado colombiano de la frontera.
La frontera entre las dos naciones se mantuvo cerrada durante un año hasta el pasado 13 de agosto, cuando el tráfico binacional volvió a ser permitido solo tras intensas gestiones diplomáticas entre Caracas y Bogotá. Maduro había ordenado el cierre indefinido de la frontera en agosto de 2015 tras un incidente armado en el que presuntos contrabandistas colombianos de mercancía hirieron a tres efectivos militares venezolanos.
En esta ocasión, sin embargo, el torniquete fronterizo se aplicará por un tiempo restringido. Además, durante su alocución televisada, el mandatario venezolano hizo énfasis en su voluntad de coordinar todas las acciones con el Gobierno de Juan Manuel Santos, a quien se refirió como “nuestro Premio Nobel de la Paz”. “Quiero hablar con el presidente Santos apenas aterrice en Bogotá”, de vuelta de su viaje por Europa, tres recibir en Oslo el galardón.
Maduro reiteró la ya añeja exigencia venezolana de que Colombia derogue la Resolución No 8 del año 2000, con la que el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana permitió a las casas de cambio comerciales de la zona fronteriza establecer la tasa para las transacciones con monedas extranjeras, sin regirse por lo que estableciera el Banco de la República.
El precio del bolívar venezolano frente al peso colombiano en esos mercados fronterizos se refleja en el llamado “Dólar Cúcuta”, uno de los principales referentes para calcular la cotización del dólar en el mercado negro venezolano. “Esperamos que Colombia, de manera autónoma y soberana, derogue ese decreto, que le está haciendo daño a una nación hermana y donde viven cinco millones y medios de colombianos”, clamó Maduro.
El presidente de Venezuela reconoció que su decisión de retirar del mercado los billetes de 100 bolívares (los de mayor denominación en el cono monetario vigente hasta el próximo jueves) puede calificarse como “dura” y “radical”, pero la consideró también “inevitable”. Agradeció la comprensión de la banca comercial y del “pueblo en general”, anticipándose a la entrada en vigor de la medida este martes.
Sin embargo, aún sin entrar en vigencia, ya se podían sentir sus efectos de confusión e incertidumbre. El lunes, numerosos usuarios reportaban que los cajeros automáticos de la banca comercial no estaban recibiendo depósitos con billetes de 100 bolívares. Por su parte, el Gobernador del Estado de Táchira (frontera suroeste con Colombia) y exjefe de la oficina tributaria nacional, José Vielma Mora, aseguró que no se podrán realizar transacciones por bienes inmuebles en todo el territorio de Venezuela hasta tanto no termine la puesta fuera de circulación de los billetes de 100 bolívares.
Fuente:MSN