El acto, realizado en la sala Manuel Rueda de la Fundación Corripio, estuvo encabezado por Modesto Guzmán, director de Inposdom, y el presidente de la Fundación, Corripio Estrada, quienes estaban en compañía de hijos, nietos y demás familiares del empresario, así como ejecutivos de la entidad oficial.
La emisión había sido aprobada por el Poder Ejecutivo por el Decreto 52-17 del 3 de julio de 2017 y es la emisión número 13-17, con 25,000 unidades con tamaño de 30 x 40 mm y un valor de 20 pesos cada una.
Al dar la bienvenida a los asistentes, el asesor de la fundación Jorge Tena Reyes hizo una reseña sobre los frutos que 100 años después ha dejado Manuel Corripio a su descendencia.
Guzmán dijo que “con la emisión de sellos ‘Ciudadano ejemplar’, el Inposdom tiene el propósito de resaltar los méritos de las personas que con su trayectoria de trabajo y confianza en el porvenir han contribuido con el desarrollo de la República Dominicana y se han convertido en paradigma para la presente y futuras generaciones”.
Destacó que con esta emisión postal cumplen un deber de agradecimiento y pretenden difundir la fecunda obra de este ciudadano ejemplar.
Luego de que se hiciera la entrega oficial del sello postal y desvelada una fotografía de Manuel Corripio, Pepín Corripio Estrada agradeció el gesto de los ejecutivos de Inposdom de tomar en cuenta a su padre y así como a los presentes por acompañarle en ese momento.
“Hay algo que quiero agregar: en ese sello no solo hay una persona, sino dos. En el sello hay sombra que no se ve; es mi madre.
Mi madre fue la otra mitad de mi padre, y aunque, como es lógico y de costumbre en la época, el hombre representaba a la familia, como ahora, mi madre es parte fundamental de este reconocimiento que se le hace a papá por la labor de su vida”, agregó.
Corripio Estrada recordó que su padre siempre decía que cumplía con su deber, que si le hubiera tocado barrer hubiera barrido bien. “A otros nos han tocado posiciones más favorables y más cómodas, pero papá fue un sembrador y un maestro, para mí fue el maestro que me formó por excelencia, con él aprendí y después de su ausencia me quedó muy poco por aprender”, concluyó Corripio.
